Seis prestigiosos periodistas analizaron en el Cervantes la encrucijada de los medios ante el cambio climático
11 de diciembre de 2019
- Participaron José Miguel Contreras, Enric Hernàndez, Juan Pedro Valentín, Montserrat Domínguez, Rafael Moyano y Pepa Bueno
- Luis García Montero: debemos evitar tanto el «optimismo autocomplaciente» como el «pesimismo paralizante»
Los medios de comunicación se encuentran hoy en una encrucijada fundamental a la hora de abordar el cambio climático y la crisis medioambiental que afecta a todo el planeta. El Instituto Cervantes quiso hoy sumarse a esta reflexión con un debate en su sede central que reunió a seis relevantes periodistas, coincidiendo con la Cumbre Global del Clima COP 25 que se celebra estos días en Madrid.
Bajo el nombre La hora de la verdad. La encrucijada de los medios ante el cambio climático, el acto, abierto al público y emitido en directo por Internet (streaming), congregó a José Miguel Contreras, directivo de Atresmedia (Antena 3 y La Sexta); Enric Hernàndez, director de Información y Actualidad de RTVE; Juan Pedro Valentín, director de Informativos de Mediaset (Tele5 y Cuatro); Montserrat Domínguez, subdirectora de El País; Rafael Moyano, director adjunto de El Mundo, y Pepa Bueno (Cadena SER), que actuó como moderadora.
El director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, animó a no caer en un «autocomplaciente optimismo» ni en un «pesimismo paralizante» en cuestiones relacionadas con la emergencia climática y afirmó que la institución quiere contribuir a un debate «cada vez más necesario» por la urgencia de las medidas y por los retrasos de los Gobiernos a la hora de adoptarlas.
En sus palabras de bienvenida a los participantes, García Montero mostró su desconfianza por quién será declarado culpable si las conclusiones de la Cumbre Global del Clima no satisfacen: los organizadores, el Gobierno, España como país… Sentenció que los medios de comunicación «juegan un papel fundamental» en la difusión de información provechosa y en la promoción de una reflexión constante en «esta sociedad del espectáculo».
Pepa Bueno advirtió del «riesgo cierto» que tienen los medios informativos de «anestesiar a la opinión pública con las grandes palabras y la alerta permanente» de la situación. Para la periodista de la Cadena SER, hay una «tentación de espectáculo» que consiste en dar un excesivo protagonismo a los negacionistas, a quienes, afirmó, no se puede poner al mismo nivel que a los científicos y al grueso de la población, conscientes de la gravedad de la situación en todo el mundo.
Asimismo, aseguró que los medios están sorprendidos por la movilización «de abajo a arriba» que se registra en la sociedad, algo comparable con las protestas del movimiento feminista o de los indignados. Un fenómeno muy diferente de la «fuente unidireccional de arriba abajo» en la que suelen producirse las noticias de actualidad.
José Miguel Contreras desgranó algunos puntos que, en su opinión, marcan la posición de los medios. Entre otros, el tremendo interés por el conflicto (lo que lleva a dar juego a los negacionistas, encabezados por Donald Trump), la pasión por el catastrofismo y las tragedias, la resistencia a hablar bien de las medidas positivas que pueden adoptar los poderes públicos, o la importancia excesiva que se otorga a la opinión en detrimento de la información y de los datos basados en evidencias científicas.
Para el directivo del grupo Atresmedia, «el cambio climático se ha convertido en un tema político», como lo demuestra que, en la polémica del llamado Madrid Central (limitación de acceso al centro de la capital para numerosos vehículos privados), casi todos los que se oponían se declaraban de derechas, y la mayoría de los defensores, de izquierdas.
Montserrat Domínguez abogó por «un periodismo de soluciones», es decir, que los medios no solo cuenten el conflicto, sino también las posibles soluciones y múltiples aportaciones diarias lo que todos los ciudadanos debemos hacer para paliar la situación. La subdirectora de El País cree que si el mensaje es solo «atemorizador» no se ayuda a mejorar la crisis climática. Hay que «traducir el problema a lo que afecta directamente a la gente», dijo, y explicar que «va a haber perdedores del cambio climático».
Juan Pedro Valentín admitió que «los medios siempre exageramos e intentamos poner el foco en la tensión» al informar de estos asuntos. Por eso, «tenemos cierta culpa», dijo el director de Informativos de Mediaset, ya que es difícil contar en un minuto de televisión estos hechos de continua actualidad. Puso el ejemplo del reciente encallamiento del buque Blue Star en aguas gallegas: el suceso interesó a la opinión pública, pero en desencallamiento final ha pasado casi desapercibido.
También autocrítico se mostró Enric Hernàndez al admitir que la información está más enfocada al espectador de mediana edad que a los jóvenes, y que los medios están «obsesionados y condicionados» por las audiencias.
Para el director de Información y Actualidad de RTVE, los medios públicos «debemos ser divulgadores científicos» que inoculen en la población un problema cada día más acuciante, porque «nuestra tarea también es concienciar». Asimismo, cree que «los medios somos sistema, no podemos ser neutrales» frente a los negacionistas que no admiten la realidad.
Por su parte, Rafael Moyano se jactó de la relevancia que el diario El Mundo, nacido hace 30 años, ha otorgado siempre a la actualidad medioambiental. El punto de inflexión lo puso el hundimiento del Prestige en Galicia, si bien desde entonces ha habido altibajos en la importancia de este tipo de noticias. En su opinión, pese a las evidencias científicas de la emergencia climática, los medios informativos siguen teniendo muchas dudas en su tratamiento informativo, y sobre todo en las soluciones que pueden proponer.
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