El Ministerio de Educación y el Instituto Cervantes presentan la actualización del Marco común europeo de referencia para las lenguas
28 de septiembre de 2021
- El volumen complementario, ahora traducido al español, actualiza el MCER aprobado en 2001 por el Consejo de Europa
- En sus más de 300 páginas recoge avances en la enseñanza y evaluación y se refiere por primera vez a la lengua de signos
El Ministerio de Educación y el Instituto Cervantes presentaron este martes la traducción al español de la obra del Consejo de Europa «Marco común europeo de referencia para las lenguas: aprendizaje, enseñanza, evaluación. Volumen complementario», cuyo contenido íntegro, de más de 300 páginas, ya puede consultarse en esta página del Centro Virtual Cervantes:
https://cvc.cervantes.es/ensenanza/biblioteca_ele/marco_complementario/
El libro, editado en papel y en digital, amplía y actualiza la versión inicial del «Marco común europeo de referencia» (MCER), aprobado en 2001 por el Consejo de Eropa y que –como el volumen complementario– también fue traducido al español por el Instituto Cervantes y el Ministerio de Educación.
El documento, cuya versión definitiva se publicó en inglés en 2020, aparece ahora en español para poner al día el MCER y avanzar en el objetivo del Consejo de Europa (formado por 41 estados miembros) de lograr la coherencia y la transparencia de la descripción de las lenguas.
Entre las novedades destacan los enfoques inclusivos en cuanto al género o cambios respecto a la comprensión oral y de lectura, las competencias fonológicas o la interacción en línea (dados los avances en la enseñanza y certificación por internet).
Colaboración entre el Cervantes y Educación
La secretaria general del Instituto Cervantes, Carmen Noguero, destacó la importancia de este nuevo documento «que supone la ampliación y actualización del texto de 2001, cuyo marco conceptual mantiene y desarrolla». También puso en énfasis en la colaboración del Cervantes y el Ministerio de Educación en la traducción y adaptación tanto del MCER hace 19 años como el actual volumen complementario.
Carmen Noguero resaltó que la incorporación de una serie de escalas de descriptores dedicada a la lengua de signos es «un significativo paso adelante en el reconocimiento de estas lenguas como parte del patrimonio lingüístico común». El acto de presentación, celebrado en el Cervantes, contó con traducción simultánea a la lengua de signos.
Por su parte, Andrés Contreras Serrano, subdirector general de Planificación y Gestión Educativa del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP), dijo que es una valiosa herramienta para avanzar en el objetivo estratégico de mejorar el aprendizaje de otras lenguas en Europa, porque «la diversidad de lenguas es una riqueza, no un obstáculo».
Casi todos los estados miembros de la UE, lamentó, fallan en la enseñanza de idiomas, y casi la mitad de los europeos son incapaces de mantener una conversación en una lengua que no sea la suya. Hay que apoyar a los docentes, concluyó, aumentar el número de profesores y fomentar el aprendizaje de lenguas porque favorece la equidad y mejora las oportunidades laborales.
Tras un saludo grabado de Brian North, del grupo autores del MCER original y coautor del volumen complementario, el subdirector académico del Cervantes, Álvaro García Santa-Cecilia, abrió un coloquio con Adolfo Sánchez Cuadrado (Universidad de Granada), traductor principal de la versión en español, y con María Luz Esteban Saiz, directora del Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos (CNLSE).
Un nuevo paradigma
García-Santacecilia aseguró que la actualización del MCER «ha abierto un nuevo paradigma» con la incorporación de nuevas escalas, incluidas las relacionadas con la interacción oral a través de los medios electrónicos, que hace dos décadas estaban poco desarrollados y hoy son claves en la comunicación. Además, aporta un cambio de enfoque comunicativo, bajo la idea de que la lengua se construye en la medida en que los interlocutores hablan y construyen juntos el discurso.
Explicó que el nuevo documento actualiza el marco común en cuanto a las competencias, las actividades comunicativas y las estrategias que deben tenerse en cuenta a la hora de desarrollar currículos, programas y exámenes de lengua. También desarrolla aspectos que han cobrado gran importancia en estos casi veinte años como la actividad comunicativa de la mediación, la competencia plurilingüe y pluricultural o la interacción mediante medios electrónicos.
Sánchez Cuadrado, que es un formador habitual en los programas docentes del Instituto Cervantes, coincidió con el subdirector académico en la importancia de la mediación en la comunicación, dado que «es un artefacto pedagógico muy potente», tanto como la comprensión, la expresión y la interactuación.
En cuanto a la traducción del volumen complementario desde el inglés (cuando estaba muy avanzada, en 2018 llegó otra versión definitiva y hubo que cambiarla), confesó que fue «un proceso laborioso» pero que le permitió conocerlo a fondo y profundizar en cuestiones terminológicas que contenían dobletes y otras carencias. El resultado final, agregó, es satisfactorio por muchas razones, entre ellas, el lenguaje inclusivo, neutro en cuanto a género.
María Luz Esteban Saiz, directora del Centro de Normalización Lingüística de la Lengua de Signos (CNLSE) desde 2011, intervino en lenguaje de signos, que fue traducido a lenguaje oral para los oyentes. Se congratuló del avance que supone la inclusión de la lengua de signos, que recibe así «un tratamiento al nivel de cualquier otra lengua». Con ello, el Consejo de Europa la eleva al nivel de «lengua congruente con la escala universal» no un mero sistema comunicativo para quienes no pueden oír. El volumen, en efecto, recoge las especificidades de la lengua de signos con un enfoque inclusivo innovador, que supone un avance para el siguiente objetivo del CNLSE: la creación de un sistema certificación oficial para su reconocimiento oficial en cualquier ámbito.
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