Una carta náutica para «Gran Sol» y grabados dedicados a Martín Gaite, legado «in memoriam» a la Caja de las Letras de Ignacio Aldecoa

Madrid, 06 de octubre de 2025

El legado
  • El Cervantes también recibe fotografías familiares y de amigos del «gran observador» de la España de posguerra
  • García Montero: «La creatividad de Ignacio Aldecoa forma ya parte de nuestra historia»

La Caja de las Letras del Instituto Cervantes ha recibido este lunes 6 de octubre el legado in memoriam del escritor Ignacio Aldecoa (Vitoria, 24 de julio de 1925 - Madrid, 15 de noviembre de 1969), que incluye una carta náutica utilizada por el autor para la creación de su novela Gran Sol y una serie de grabados dedicados a Carmen Martín Gaite, entre otros.
 
El acto ha contado con palabras de bienvenida de director del Cervantes, Luis García Montero, y la intervención de Susana Aldecoa, hija del autor, historiadora del arte y directora del Colegio Estilo, fundado por su madre, la también escritora Josefina Aldecoa. Además, ha estado como testigo de honor el Premio Cervantes Luis Mateo Díez.
 
«Su creatividad forma parte ya de nuestra historia y su legado nos compromete con el trabajo para defender la cultura y esa misma creatividad», ha señalado el director del Cervantes, Luis García Montero, tras hacer una semblanza del autor de El fulgor y la sangre.
 
García Montero ha celebrado la recepción de estos objetos que fueron parte importante de «uno de los grandes novelistas» de la España de posguerra, resaltando también su labor como poeta, citando entre otros el poemario Todavía la vida. Además, ha recordado el «pasado literario» de Aldecoa, para quien «la amistad y la convivencia fue muy importante» entre personalidades como Rafael Sánchez Ferlosio o Jesús Fernández Santos.
 
La caja número 1203 ha recibido un cuadro compuesto de diferentes grabados de ardillas y que Aldecoa dedicó a su amiga Carmen Martín Gaite con la siguiente inscripción: «Carmen, las ardillas son los únicos animales aceptables de mi zoo. Las ratas, los reptiles y los animales inmundos son los que más abundan. Saludos a Rafael».
 
Asimismo, la familia del autor ha entregado una carta náutica con la que Aldecoa imaginó pasajes de su novela Gran Sol, la cual relata la aventura de la tripulación vasca de un atunero, el Aril, en un caladero del Atlántico Norte. «Es un honor para nuestra familia y para mí como hija única este reconocimiento a su calidad literaria», ha indicado Susana Aldecoa.
 
El depósito se ha completado con fotografías familiares del autor y con amigos, en las que se puede ver por ejemplo al escritor vitoriano junto al cineasta Mario Camus (quien adaptó al cine algunos de sus cuentos y novelas como Young Sánchez, Con el viento solano y Los pájaros de Baden-Baden) o paseando en Nueva York junto a su mujer, Josefina Aldecoa (que adoptó, tras la muerte de su marido en 1969, su apellido para su carrera literaria).
 
También se ha entregado un tomo editado por la fundación Biblioteca Castro de sus novelas completas y la primera edición del volumen Caballo de pica, del propio Aldecoa, con dedicatoria del autor al crítico literario Juan Luis Alborg, donación hecha por Ángeles Encinar, experta en su obra y catedrática de Literatura Española en la Universidad de Saint Louis.
 
A la conclusión de este acto, se ha celebrado un coloquio en torno a la figura de Aldecoa en el que han participado Ángeles Encinar, catedrática de Literatura Española en la Universidad de Saint Louis - Madrid, y los escritores Óscar Esquivias y Juan Cruz.
 
Encinar ha destacado que para el autor homenajeado ser escritor «era antes que nada una actitud en el mundo», retomando las palabras de Josefina Aldecoa en el prólogo de la edición de Cuentos completos, en las que aseguraba que para Ignacio Aldecoa «narrar era una forma de vivir».
 
«A través de su obra se observa la forma de vida de la gente española de los años 50 y 60. Las maneras de vivir de obreros, campesinos, boxeadores, toreros, comediantes, funcionarios o miembros de la burguesía ocupan cientos de páginas en las que se reflejan ilusiones, problemas o anhelos de esperanza», ha añadido Encinar.
 
La generación del 50
 
Ignacio Aldecoa nació el 24 de julio de 1925 en Vitoria y este año se celebra el centenario de su nacimiento. Estudió Filosofía y Letras en la Universidad de Salamanca, donde conoció a Carmen Martín Gaite, y prosiguió sus estudios en Madrid en 1945.
 
En la capital española es donde, a través de sus participaciones en tertulias como las del Café Gijón, estableció vínculos con autores de la generación del 50 como Jesús Fernández Santos, Rafael Sánchez Ferlosio o Alfonso Sastre.
 
También por esa época conoció a la que sería su mujer, la escritora Josefina Aldecoa, con la que se casó en 1952. Entre los años 1947 y 1969, produjo toda su obra, que comprende dos poemarios, cuatro novelas, ocho volúmenes de cuentos y dos libros de viaje. Entre sus títulos más destacados, la novela Gran Sol (premio de la Crítica en 1948) o El fulgor y la sangre (finalista del premio Planeta en 1954). 

Pie de foto: De dcha. a izda.: Luis García Montero, director del Cervantes; Susana Aldecoa, hija de Ignacio Aldecoa, historiadora del arte y directora del Colegio Estilo, fundado por su madre, la también escritora Josefina Aldecoa; y Ángeles Encinar, catedrática de Literatura Española en la Universidad de Saint Louis – Madrid. Foto: Instituto Cervantes / Valentina Deluca.

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